domingo, 6 de diciembre de 2009

Todo es muy bello en este mundo, en este cálido lugar en el que vivo, en el que me desarrollo, en el que crezco.
Las nubes se dibujan sonrisas las unas a las otras, y el tibio sol, calienta mi cabeza, ilumina mis ojos, y alegra mi jardín.
LLega la noche, y la luna, mi musa me muestra las copas de los arboles, me enseña la belleza de la oscuridad, fria, pero bella, hermosa.
Vuelve a salir, mi amigo, mi Dios, el Sol, y el circulo del día empieza de nuevo; me rodeo de mis cosas, mi guitarra, mi lápiz y mi papel.
Compongo mis canciones, escribo mis textos, que nose bien si son textos en realidad, porque la profesora Laura dijo, que eran textos todos los conjuntos de oraciones unidas con una coherencia y una cohesión, asique no estaria seguro de decir, que lo mio son textos; también me corrigió el tema de las comas, que en la escritura no hay que poner una coma, en cada pausa que hacemos al leer, que no hay que separar predicado de sujeto, y algunas cosas más que no entendí; yo definiria textos, los míos, como un cúmulo de sentimientos agrupados en palabras, las palabras que MEJOR expresen, sentimientos, esos que siento en el momento en el que las escribo, a pesar de que nunca los expresen por completo, por que sabemos, que hay cosas que no sabemos como decir.
Volviendo al eje de este ensayo literario, además de hacer esas cosas que mencione, me dedico a escuchar música, pero realmente a escucharla, me gusta prestar atención hasta los mas minimos detalles, que terminan siendo los que mas me satisfacen, lo que mas llena mi corazón, sentirme capaz de descubrirlos, aunque, hay tantas veces que desearia, volver a no saber nada de musica, y poder escucharla ilusa y superficialmente, extraño, no pensar en separado cuando escucho musica, esto creo yo, que solo un musico puede entenderlo, es increiblemente dificil, no escuchar, que hace un instrumento que hace otro, y arreglo esta haciendo el otro.
Estas son algunas de las cosas, que ocupan mi mundo; aunque entre tanto y tanto pensar, me di cuenta que al final, a pesar de estar rodeado de una infinidad de elementos, estoy solo.

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